Navidad en la EOI de Zamora

 

De María Salgado:

Esta observación es la primera que realicé antes de Navidad. Para mi fue muy especial, yo estaba realmente expectante y la verdad es que no defraudó en absoluto, al contrario, desde el principio hasta el final fue una experiencia muy motivadora desde el punto de vista de alumna y también de compañera al identificar todos los recursos empleados y el gran trabajo que tenía detrás.

Desde el minuto 0, es decir antes de acudir a la clase, Esther nos había pedido a todos, llevar un motivo navideño, ya fuera prenda, diadema, gorro etc. a nuestra elección, eso ya es un elemento que predispone a pasar una tarde amena a la vez que aprendes un idioma, dentro de lo complicado de la situación pandémica. Representa ese soplo de aire fresco, y nunca mejor dicho, que ayuda al alumno a meterse en el micro-universo creado por Esther, en este caso nos teletransportó a Italia en Navidad. ¡Una maravilla, os lo aseguro!

Me encantó la forma que tiene Esther de conectar con los alumnos, mucho viene de su personalidad alegre y bromista que resulta tan necesaria en estos tiempos de tanta preocupación. El resto lo hace la meditada elección de recursos a utilizar y el trabajo en la preparación de todas las actividades empleadas en las que se fomenta la participación activa constante del alumno de forma natural y espontánea.

Destacar la amplia gama de herramientas TIC utilizadas por Esther (Powerpoint, Genially, Wordwall, Learningapps, páginas web italianas, incluso nos mostró una serie de comedia italiana muy divertida y útil para ver los diferentes acentos regionales italianos. Sin olvidar el uso de la pizarra convencional para representar gráficamente las palabras más complicadas etc.

Me gustó mucho la forma amable y comprensiva que tiene Esther, de tratar el error, les pedía que leyeran un breve texto en la pizarra digital, así todos lo podían seguir, y si cometían errores leves, no los interrumpía para realizar la corrección, sino que los dejaba continuar para que no se sintieran avergonzados o perdiesen confianza durante su intervención, y luego ya al final Esther realizaba las aclaraciones pertinentes de forma cariñosa. En eso sí que me he visto reflejada la verdad, porque considero que debemos fomentar la autoestima de los estudiantes, y que el miedo a cometer errores no sea algo que los paralice a la hora de participar.

La verdad es que me quedo con muchas cosas de esa clase, pero si tengo que destacar algo por encima de todo fue el buen ambiente de la clase. Los alumnos estaban relajados y atentos, en definitiva abiertos al aprendizaje, ya que Esther consigue mantener altas dos emociones fundamentales su interés y su curiosidad.

En definitiva, disfruté mucho aprendiendo de una gran profesora. Gracias Esther. ;-)