Hoy he entrado en la clase de economía de 4º ESO con Manuel. Solo hay dos alumnas en clase, así que siendo tres profesores observadores más el profesor de la materia, la verdad es que ha sido como llegar a invadirlos.
Siempre pensamos que cuantos menos alumnos en clase, mejor, pero pensar en tres o cuatro, o incluso dos, como es el caso, siempre nos lleva a decir que debe ser muy duro porque si los alumnos no participan al final puede ser una tortura para el profesor y un aburrimiento para los alumnos. Sin embargo, cuando entré en esta clase pude comprobar que, en primer lugar, el espacio era un remanso de tranquilidad en el que el aprendizaje estaba asegurado. Después, pude comprobar como Manuel llena la clase no solo con sus explicaciones sino también haciendo que las alumnas participen continuamente, completando las explicaciones que él mismo está haciendo. Además, las invita a leer. Su tono de voz es muy tranquilo y se nota que hay una buena comunicación con las alumnas.
Otra de las cosas importantes es que no hay libro de economía así que Manuel tiene que buscar todo el material para proporcionárselo a las alumnas, por lo que hay un importante esfuerzo y trabajo extra por su parte. En las clases combina el uso de pizarra con las explicaciones que hace y las fotocopias que les proporciona.
Por todo este trabajo y por el hecho de sacar adelante cuatro horas de clase con dos alumnas, no tengo más que alabar la tarea de Manuel!
Aída Emilia Márquez
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