Emiliano es compañero del Departamento de inglés y he observado dos de sus clases: a un grupo de nivel intermedio B2.2 y a un grupo de intermedio B1.
Lo primero que me llamó la atención fue que antes de empezar la clase Emiliano escribe en la pizarra un esquema con el orden de las actividades que van a realizar y que los alumnos pueden ver durante toda la sesión.
Ambas clases comenzaron con un ejercicio de revisión de algún aspecto visto en la sesión anterior: en B2.2 utilizó una ruleta proyectada en la pizarra que contenía los comienzos de distintas frases que los alumnos debían completar con sus propias ideas utilizando los tiempos narrativos; en B1, mediante una presentación en Power Point, el objetivo era repasar el Present Perfect, y lo hicieron a través de varios ejercicios (ordenar las palabras para formar oraciones correctas, construir frases a partir de imágenes y hablar de planes ya realizados o por realizar).
Me pareció una muy buena forma de comenzar la sesión, revisando en grupo distintos aspectos que pudieran necesitar consolidación, y el profesor siempre preguntó si había dudas al terminar esta parte de la clase con el fin de que quedara lo más claro posible.
En B2.2 los alumnos deberían haber preparado previamente una anécdota para contar al resto de sus compañeros. El profesor fue pidiendo voluntarios que contaran su anécdota y a medida que lo hacían iba anotando los errores en la pizarra para comentarlos después, invitando a los estudiantes a corregirlos. Además, Emiliano aprovechó para explicar de nuevo los tiempos narrativos. Me pareció una actividad muy útil de cara al examen oral, ya que hablaron delante de toda la clase y aprendieron de los fallos propios y de los de sus compañeros, por lo que fue muy enriquecedor.
En B1 continuaron con una actividad que habían empezado el día anterior y que giraba en torno a un vídeo, enmarcado en una serie incluida en el libro de texto. Emiliano pidió a los alumnos que recordaran lo que ya habían visto para poder continuar. Me gustó mucho el procedimiento utilizado para corregir las preguntas sobre el vídeo, y es que el profesor pidió a un alumno que leyera la pregunta y nominara a otro para responderla; este último haría lo propio con otro de sus compañeros, y de esta forma corrigieron el ejercicio de forma bastante fluida. También aprovecharon el vídeo para explicar vocabulario, siempre utilizando sinónimos o definiciones antes de traducir si era necesario. La última actividad fue un diálogo relacionado con el contenido del vídeo que también sirvió como práctica oral para el examen. Emiliano explicó detalladamente lo que tenían que hacer y les pidió que cambiaran los papeles cuando terminaran. Al final de la clase les indicó los deberes y adelantó lo que verían en la siguiente sesión.
Me llevé muy buena impresión de estas dos clases, así como ideas muy interesantes; destacaría el dinamismo que imprime Emiliano y el refuerzo positivo que transmite a sus alumnos.
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